Recordando a Haim Yosef David Azulai (1724-1806): El Hida, Erudito Rabínico

Haim Yosef David Azulai, conocido como el Hida, una figura destacada en la historia del judaísmo del siglo XVIII. Nacido en Jerusalén en 1724, Azulai provenía de una prominente familia rabínica y recibió su educación de distinguidos estudiosos locales. Su legado como erudito rabínico, bibliófilo y pionero en la publicación de escritos religiosos judíos perdura hasta nuestros días.

Desde una edad temprana, Azulai destacó en disciplinas como el Talmud, la Cábala y la historia judía. A los 12 años, ya estaba contribuyendo con chiddushim sobre Hilchos Melichah, demostrando su excepcional habilidad intelectual.

En 1755, debido a su erudición, fue elegido como enviado (shaliach) de la pequeña comunidad judía en la Tierra de Israel. Sus viajes extensos lo llevaron por Europa, dejando una profunda impresión en cada comunidad judía que visitaba. Visitó Alemania en 1755, donde se encontró con el Pnei Yehoshua, validando su identidad a través de comunicaciones previas.

Azulai exploró Egipto en 1764 y en 1773 recorrió Túnez, Marruecos e Italia. Durante su estadía en Italia, se dedicó a la impresión de obras significativas, como la primera parte de su diccionario biográfico, Shem HaGedolim (Livorno, 1774), y sus notas sobre el Shulhan Aruch, tituladas Birke Yosef (Livorno, 1774-76). Sus viajes adicionales lo llevaron a Francia en 1777 y Holanda en 1778.

A nivel personal, el 28 de octubre de 1778 marcó su segundo matrimonio con Rachel en Pisa, tras el fallecimiento de su primera esposa en 1773. En su diario, expresó el deseo de regresar a la Tierra de Israel, aunque este anhelo no se materializó. Azulai permaneció en Livorno, comprometido con la publicación de sus obras hasta su fallecimiento el 1 de marzo de 1806 (11 Adar 5566, Shabbat Zachor).

Haim Yosef David Azulai dejó un impacto duradero en la preservación y estudio de la literatura rabínica. Su incansable búsqueda del conocimiento y su contribución a la publicación de textos religiosos continúan inspirando a las generaciones venideras. Recordamos con respeto y gratitud la vida y el legado del Hida en este día de conmemoración. Que su memoria sea una bendición para todos nosotros.