La Comandante Abergel: Liderando en la Prisión de Shikma en Tiempos de Conflicto

 La teniente coronel Shula Abergel dirige la prisión de Shikma, donde están detenidos varios terroristas de Hamás responsables de los ataques del 7 de octubre. Durante una visita a las celdas, observa la reacción de los prisioneros al ver a una mujer en un puesto de autoridad, algo que consideran una humillación. A pesar de su temor, los detenidos reconocen su autoridad debido a su firmeza. Abergel enfatiza que los prisioneros no son inocentes; han participado en actos atroces y están entre los peores criminales.



La prisión ha implementado regulaciones especiales tras los recientes ataques, permitiendo el hacinamiento de prisioneros mientras se prepara más espacio para los aproximadamente 2,000 terroristas en custodia. Abergel señala que cualquier comportamiento desafiante de los detenidos se enfrenta a una política de "tolerancia cero", lo que implica castigos severos. Describe las condiciones de la "mazmorra", donde los prisioneros sufren en un ambiente oscuro y claustrofóbico.

El 7 de octubre, Abergel y su familia experimentaron el caos cuando terroristas atacaron su área. A pesar de la inminente amenaza, ella recibió la orden de supervisar la prisión, lo que cambió radicalmente su rol. Enfrentó el desafío de lidiar con prisioneros que habían cometido actos de violencia extrema contra su comunidad. A pesar de las emociones, debe mantener la objetividad en su trabajo.

Durante un registro rutinario, los prisioneros son tratados con una rigurosa protocolización. A los detenidos se les prohíbe el uso de utensilios y deben comer con las manos. No tienen contacto con el exterior y viven en condiciones estrictas, lo que provoca su confusión y deseo de saber sobre la situación en Gaza. Abergel revela que muchos prisioneros aún tienen la esperanza de ser liberados, viviendo con la ilusión de un posible intercambio de prisioneros.

Aunque los prisioneros tienen acceso a representación legal, Abergel indica que no muestran remordimiento por sus acciones; más bien, sienten orgullo por lo que hicieron. A medida que se desarrolla la situación, la presión sobre Abergel y su equipo aumenta, ya que deben lidiar con las atrocidades del pasado mientras mantienen la seguridad y el orden dentro de la prisión.

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